Logo

Logo

lunes, 29 de abril de 2013

De regreso al blog


Creo que cada momento deja una huella y de una forma u otra condiciona lo que vendrá en adelante, por acción o reacción, causa y efecto. Pienso que las cosas no suceden en vano, y que cada acto es material para la experiencia creativa.

Este blog estuvo abandonado por mucho tiempo.  Lo comencé hace seis años con escritos de la época en que probaba suerte con mi banda de rock, Singol Servin; las canciones se convertían en cuentos y las historias me daban material para algunos versos. El grupo se acabó en una época en que comenzaba a sonar bien como power trio, y lo mismo sucedió con mis escritos. Pero esa es otra historia. Lo importante por ahora es que el blog estuvo abandonado por algo más de 5 años.

Hoy es lunes, cuesta trabajo llegar a la oficina, comenzar semana y lo demás. El día comenzó soleado pero a mitad de mañana las nubes anunciaron la lluvia que llegaría al mediodía. Luego de leer las noticias del fin de semana, revisar la correspondencia, enviar mensajes y atender una llamada,  comencé a revisar el disco duro de mi portátil, en busca de algo, no sé qué exactamente, pero con el fin de subir mi ánimo. No sé cuánto tiempo pasé en esto, ni cuantos documentos revisé en total. Encontré un texto, guardado por última vez en 2010, y titulado “un paseo inmoral”. Lo leí y me reí por un buen rato. En esencia me gustó, y solo necesitaba unas frases para terminarlo. Así que sin pensarlo más, escribí un par de líneas y estuvo listo. Mi siguiente pensamiento fue sobre este blog, y los varios años que lleva sin una entrada nueva. Para cuando sucedió todo esto, ya era hora del almuerzo y me esperaban en casa de mis papás, así que dejé hasta aquí el asunto y me fui a comer.

Cuando llegué a casa de mis papás, encontré a mi viejo sentado en una silla, rodeado de montañas de papeles, libros y carpetas. Parecía que los dos pasamos la mañana buscando algo entre nuestros escritos, lo cual me pareció divertido:

- ¿Estás empapelado? pregunté.
- Sí. Estoy buscando algo que escribí hace unos años, me respondió.
- Qué curioso. Yo hacía lo mismo en la oficina. ¿Escritos sobre qué?
- Sobre historia política reciente, algo de la época de Barco. ¿Vé, y sabes qué habrá pasado con esto? Quisiera retomarlo.

Me entregó una hoja donde escribí la dirección web de su blog y sus contraseñas, hace un par de años. Me sentí asombrado. Mi papá y yo no solamente pasamos la mañana buscando escritos entre nuestros archivos, él en su casa y yo en mi oficina, sino que también tuvimos el mismo deseo por escribir en nuestros blogs abandonados.

- No sé, pero te lo puedo decir ya, dije.
- Maravilloso.

Busqué en mi teléfono y vi que su blog seguía abierto. Por supuesto el mío también.

- Bueno, pues parece que es un buen día para publicar, le dije.
- Ya está el almuerzo, vamos.

Debajo de estas líneas está la historia que encontré en mis archivos. Un paseo inmoral, inspirada en la canción de Cerati y en historias de parrandas en la oscura ciudad que es Bogotá.

No hay comentarios: