Colombia es un país en el que predomina el consumo de productos lácteos
frescos. Las leches líquidas y los quesos frescos como el campesino o el doble
crema representan los mayores volúmenes de comercialización de lácteos a nivel
nacional. A nivel latinoamericano, Colombia tiene el quinto mayor consumo per capita
de lácteos de la región.
El consumo de leches líquidas en Colombia es el segundo más alto de
Suramérica, después de Costa Rica. La dinámica interna de la leche larga vida
es fundamental para entender este proceso y las cifras así lo evidencian: en el
período 2007-2014 la categoría se duplicó, con un crecimiento del 102%.
Los quesos frescos tienen un crecimiento similar en el mismo lapso de
tiempo, con un incremento del 105%. Los productos con tendencia negativa son la
leche pasteurizada (-53%) y la leche en polvo (-31%), lo cual se explica por la
migración del consumo hacia las leches larga vida en el primer caso, y por la
llegada de la materia prima importada, para el segundo.
El consumo industrial de la principal materia prima láctea, proveniente
del acopio nacional de leche fresca colombiana, es un indicador relevante del
comportamiento del consumo nacional, por lo cual la información suministrada
por la Unidad de Seguimiento de Precios (USP) del Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural (MADR) es un instrumento de gran importancia para la política
sectorial; dicha información refleja un comportamiento positivo del consumo
industrial de leche fresca, producida en el país.
Al normalizar los datos del período comprendido entre los años 2007 y
2014, se encuentra que el acopio industrial creció en un 50% en este lapso de
tiempo, mientras que la producción permanece relativamente estable. Esto nos
lleva a concluir que el sector lácteo avanza en el proceso de formalización de
la producción.
Mientras que el dato de la producción de leche se obtiene una vez al año
(a través de la Encuesta Nacional Agropecuaria - ENA), el acopio industrial de
leche fresca es monitoreado mensualmente por la USP. Por esta razón, se
considera oportuno monitorear el consumo aparente como el resultado de la
sumatoria de acopio industrial (A) e importaciones (M) y la resta de las
exportaciones (X). De esta forma se obtiene información acerca del consumo
aparente en cuanto al sector lácteo formal. El resultado es un incremento del
consumo aparente, del orden del 29.8% en el período comprendido entre los años
2010 y 2014.
El comportamiento del comercio exterior cobra importancia en estos años,
con exportaciones estacionales y dependientes de instrumentos de política
pública para su promoción (compensaciones del FEP y/o apoyos del MADR),
cercanas a las 10.000 toneladas (2014), y unas importaciones crecientes en el
tiempo, inferiores a 30.000 toneladas (2014), pero que no afectan el
crecimiento del acopio de leche producida en Colombia.
Vale la pena mencionar que el comercio exterior tiene una participación
mínima sobre el total de la producción láctea colombiana, de alrededor de 6.500
millones de litros al año, tanto en el caso de las exportaciones (menos del 2%)
como en el de las importaciones (menos del 6%) de leche y derivados lácteos.
Por lo anterior, se deduce que la dinámica del mercado interno explica el
comportamiento positivo ya mencionado de la cadena láctea.
En resumen, el sector lácteo avanza en un proceso de formalización, con
niveles de producción relativamente estables, y niveles de acopio y
comercialización de productos lácteos crecientes, mientras que la participación
del comercio exterior es marginal dado el tamaño del mercado interno. El
consumo per cápita global es el quinto mayor de Latinoamérica, sin embargo hay
oportunidades para crecer y alcanzar el nivel recomendado por la FAO, de 170
litros.
Consolidar el crecimiento del consumo es una tarea de largo plazo, y va
más allá de la publicación de un par de avisos en los periódicos o en las
terminales de los aeropuertos, hechos importantes pero insuficientes. En la
próxima columna presentaremos algunas recomendaciones para llevar a cabo una
estrategia integral de promoción al consumo de leche y sus derivados.
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