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viernes, 11 de diciembre de 2015

Evolución del consumo de lácteos en Colombia

Mi artículo publicado en el diario La República del 11 de diciembre de 2015 (ver artículo en LR)

Colombia es un país en el que predomina el consumo de productos lácteos frescos. Las leches líquidas y los quesos frescos como el campesino o el doble crema representan los mayores volúmenes de comercialización de lácteos a nivel nacional. A nivel latinoamericano, Colombia tiene el quinto mayor consumo per capita de lácteos de la región.

El consumo de leches líquidas en Colombia es el segundo más alto de Suramérica, después de Costa Rica. La dinámica interna de la leche larga vida es fundamental para entender este proceso y las cifras así lo evidencian: en el período 2007-2014 la categoría se duplicó, con un crecimiento del 102%.

Los quesos frescos tienen un crecimiento similar en el mismo lapso de tiempo, con un incremento del 105%. Los productos con tendencia negativa son la leche pasteurizada (-53%) y la leche en polvo (-31%), lo cual se explica por la migración del consumo hacia las leches larga vida en el primer caso, y por la llegada de la materia prima importada, para el segundo. 

El consumo industrial de la principal materia prima láctea, proveniente del acopio nacional de leche fresca colombiana, es un indicador relevante del comportamiento del consumo nacional, por lo cual la información suministrada por la Unidad de Seguimiento de Precios (USP) del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) es un instrumento de gran importancia para la política sectorial; dicha información refleja un comportamiento positivo del consumo industrial de leche fresca, producida en el país.

Al normalizar los datos del período comprendido entre los años 2007 y 2014, se encuentra que el acopio industrial creció en un 50% en este lapso de tiempo, mientras que la producción permanece relativamente estable. Esto nos lleva a concluir que el sector lácteo avanza en el proceso de formalización de la producción.

Mientras que el dato de la producción de leche se obtiene una vez al año (a través de la Encuesta Nacional Agropecuaria - ENA), el acopio industrial de leche fresca es monitoreado mensualmente por la USP. Por esta razón, se considera oportuno monitorear el consumo aparente como el resultado de la sumatoria de acopio industrial (A) e importaciones (M) y la resta de las exportaciones (X). De esta forma se obtiene información acerca del consumo aparente en cuanto al sector lácteo formal. El resultado es un incremento del consumo aparente, del orden del 29.8% en el período comprendido entre los años 2010 y 2014.

El comportamiento del comercio exterior cobra importancia en estos años, con exportaciones estacionales y dependientes de instrumentos de política pública para su promoción (compensaciones del FEP y/o apoyos del MADR), cercanas a las 10.000 toneladas (2014), y unas importaciones crecientes en el tiempo, inferiores a 30.000 toneladas (2014), pero que no afectan el crecimiento del acopio de leche producida en Colombia. 

Vale la pena mencionar que el comercio exterior tiene una participación mínima sobre el total de la producción láctea colombiana, de alrededor de 6.500 millones de litros al año, tanto en el caso de las exportaciones (menos del 2%) como en el de las importaciones (menos del 6%) de leche y derivados lácteos. Por lo anterior, se deduce que la dinámica del mercado interno explica el comportamiento positivo ya mencionado de la cadena láctea.

En resumen, el sector lácteo avanza en un proceso de formalización, con niveles de producción relativamente estables, y niveles de acopio y comercialización de productos lácteos crecientes, mientras que la participación del comercio exterior es marginal dado el tamaño del mercado interno. El consumo per cápita global es el quinto mayor de Latinoamérica, sin embargo hay oportunidades para crecer y alcanzar el nivel recomendado por la FAO, de 170 litros.

Consolidar el crecimiento del consumo es una tarea de largo plazo, y va más allá de la publicación de un par de avisos en los periódicos o en las terminales de los aeropuertos, hechos importantes pero insuficientes. En la próxima columna presentaremos algunas recomendaciones para llevar a cabo una estrategia integral de promoción al consumo de leche y sus derivados.

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