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lunes, 26 de octubre de 2015

El fin de la histeria y el último chiste


Imagen de cicero.de

Este escrito trata acerca de un payaso con fama. Uno que sabe poner títulos atractivos a sus obras superficiales, para venderlas al desprevenido y bajo el auspicio del gobierno de Estados Unidos. Su nombre es Francis Fukuyama.

A inicios de la década de los 90 causó revuelo su artículo titulado "El fin de la historia y el último hombre". Lo dicho anteriormente, el título era prometedor y los estudiantes nos intrigábamos con él.

En "el fin de la historia", Fukuyama utiliza los planteamientos de Hegel sobre la lucha por el reconocimiento como el motor del desarrollo humano, y se atrevió a concluir que la máxima evolución social alcanzada por el hombre se encuentra en la sociedad norteamericana, dadas sus bondades del libre mercado y de la democracia en el país. Por lo tanto, lo que vendría después del engendro gringo, sería la aburrida repetición de los hechos ya alcanzados antes en Estados Unidos. Ese es el fin de la historia y el comienzo de la histeria existencial, en el desafortunado caso de aprobar este planteamiento de propaganda disfrazada de ciencia política.

El origen del autor explica la orientación de sus planteamientos. Nacido en Chicago y de ascendencia japonesa, es graduado de la universidad de Cornell y obtuvo su título de doctor de la universidad de Harvard. Fukuyama es miembro directivo de distintas organizaciones para el diálogo democrático en Estados Unidos, y ha sido funcionario del gobierno, a través del Consejo Presidencial sobre Bioética y del equipo de planeamiento político del Departamento de Estado.

En ese orden de idas, los problemas del tercer mundo o el conflicto oriente - occidente son irrelevantes, por no mencionar el calentamiento global o el desarrollo sin sostenibilidad (explotación de recursos) que avanza sin frenos por Suramérica y África, temas estos últimos que ni siquiera figuran dentro de la argumentación.

La inestabilidad mundial en la década siguiente a la publicación de "el fin de la historia" demuestra cuán equivocado estaba Fukuyama: la guerra contra el terrorismo y el 9-11, las invasiones a Irán y Afganistán, la primavera árabe, la guerra en Siria, y el conflicto Israel - Palestina, en medio de todo lo anterior, son los ingredientes del cóctel que el mundo bebe a diario, al borde de caer muerto por intoxicación.

Las promesas del nuevo boom económico, los BRICS, tiemblan al caer los precios de las materias primas, ya que China baja el ritmo de crecimiento y por ende el de la importación de estas; queda en evidencia su debilidad y el parecido con nuestras banana republics, cuya vida depende de la exportación de uno o dos productos sin valor agregado.

La crisis financiera de finales de los 2000 es otro asunto que le propinó un gancho de izquierda en la mandíbula a "el fin de la historia", pues los abusos desatados por el exceso de confianza en la libertad del mercado, llevaron al estallido de las burbujas inmobiliarias y a la ejecución de prácticas despreciables desde las más respetadas instituciones financieras del mundo, buena parte de ellas hoy desaparecidas por causa de su actuación.  

En medio del convulsionado contexto mundial actual, Fukuyama ataca de nuevo con un nuevo chiste (obra) titulado "orden político y decadencia política". Se le habrán bajado los zumos para elaborar titulares vendedores, pero se le reconoce la honestidad en presentar un trabajo flojo con un título de igual característica, y en el que aborda los problemas que ignoró en "el fin de la historia".

En la entrevista concedida a El Tiempo en el pasado mes de septiembre y con ocasión de su visita a Colombia, se puede comprobar que la superficialidad de Fukuyama sigue latente, con un conjunto de lugares comunes y verdades a medias acerca de la política mundial: aquellas teorías que gustan en Washington para ser usadas como sedantes ante la incapacidad para encontrar soluciones reales a los problemas mundiales. 

(Ver entrevista aquí)

Lo único que se puede rescatar de Francis Fukuyama es un libro titulado "trust" en el cual realiza una completa investigación acerca del capital social. El resto, no deja de ser un mal chiste.

La Oscura Ciudad en Twitter: 
@oscura_ciudad 
@logoinvencion


3 comentarios:

Unknown dijo...

No sé si leíste esto. http://thediplomat.com/2015/10/interview-francis-fukuyama/
Se queda muy corto tratando de explicar el rol económico-político de Asia desde su enfoque estrictamente estadounidense. Nuts.

Unknown dijo...

No sé si viste esto. http://thediplomat.com/2015/10/interview-francis-fukuyama/
Se queda muy corto explicando el rol político económico de Asia desde su enfoque estrictamente estadounidense.

Logo Invención dijo...

Gracias Natalia por el aporte que confirma lo dicho. Lo que plantea este personaje es un sedante filosófico, por no llamarlo insulto a la inteligencia.